Madre solo hay una

Hoy mi jefe me ha hecho una pregunta que me ha recordado mucho a la forma que tienen las madres de sonsacarle información a sus hijas adolescentes (supongo que con los hijos lo harán también, pero como no soy, no generalizo). La gracia está en que ella ya conoce la respuesta, así que lo que te hace es un test en plan “máquina de la verdad”.

Algo tal que así:

-M (madre):¿qué tal? ¿Qué hiciste hoy?¿ Fuiste al cine con las amigas como planeabais?

-H (hija): sí, sí, ahí fuimos.

-M: ¿y a qué película?

-H: Nada, a una de estas comedias románticas (y aquí sueltas el nombre de la que esté de moda en ese momento)

-M: ¿y qué tal está?

-H: bah, como todas, te ries y eso, se pone ñoña al final. Nada, igual que todas, acaba bien y esas cosas, no te la voy a contar! Que igual quieres ir a verla, jeje.

-M: ahá…

[silencio incómodo]

-M: mentira! Te vi! Estabas con ese chico que no me gusta besándote en la otra punta de la ciudad!! Ni amigas, ni cine, serás mentirosa… (y aquí empieza la bronca en sí)

Vamos a ver, yo al final le decía a mi madre:
“Mamá, si ya sabes lo que hice y sabes que te voy a mentir y a ti no te gusta que te engañe y a mi no me gusta hacerlo, lo vamos a pasar mal ambas, es un trago incómodo… ¿por qué sigues preguntando esas cosas c**o!!!????”. Bueno, eso exactamente no era lo que yo decía…

Pues hoy mi jefe ha hecho una pregunta similar, pero se ha tirado un farol, porque el trabajo que había pedido lo había hecho ya, pero telita, ese tono me ha traído recuerdos de estos.