domingo, 26 de julio de 2009

Insensibilización

Sinceramente, siempre he dudado de eso que se dice de que cada vez estamos más insensibilizados ante crudezas de la realidad. Que si con la tele, los videojuegos, el cine... parece que la vida del siglo XX (me refiero a los que nos criamos en ese siglo) era muy violenta, y según alarmistas reportajes televisivos para rellenar informativos, cada vez más!! Dramatización: A este paso llegaremos a matarnos por la calle como si de pisar hormigas se tratase!!!

Teniendo en cuenta que en la edad media se realizaban torturas como castigo en mitad de la plaza del pueblo a los considerados delincuentes sin juicios justos a los que acudían todos los vecinos a verlo, jugar al Carmageddon no me parece un peligro... parece que necesitamos expresar violencia, y si es ficticia, mejor que mejor, antes no había tele y mira cómo se las gastaban!!


Sin embargo, viendo un documental de DocumentosTV bastante antiguo sobre Autzwich me di cuenta que aunque nos siguen horrorizando las imágenes de prisioneros en campos de concentración, esos cuerpos que muestran la crueldad humana, no se puede ni comparar con el impacto visual que tuvo en su momento. Hoy en día vemos imágenes de personas desnutridas en áfrica, cáncer terminal, y entre otras muchas, la ironía del primer mundo: la anorexia.

Pero el 27 de enero de 1945, los soldados que liberaron a las personas que lograron sobrevivir a Autzwitch para disfrutar su libertad, enfermos y moribundos, nunca habían visto cuerpos tan demacrados. Lo que me hizo pensar de ese documental fueron las declaraciones de los supervivientes sobre aquel día (algo similar a lo siguiente, lo escribo de memoria): "Estábamos en las rejas esperando que nos liberasen, pero a medida que los soldados se iban acercando, su expresión fue cambiando, nos empezaron a mirar con repugnancia y se quedaron quietos, desconcertados, así que cuando nos dimos cuenta del asco que les dábamos, nuestra alegría fue bajando, hasta que nos alejamos de las verjas para que dejasen de mirarnos de esa forma". El testimonio de un soldado decía: "No parecían personas, eran como monos. Nunca habíamos visto gente así, se les podían ver los huesos." Lo de la similitud con monos me quedó grabada porque no sé a qué zoológicos habría ido ese hombre, pero no debían alimentar mucho a los animales. Comentario banal a parte, el asombro de esas personas al encontrarse con cuerpos tan demacrados me hizo pensar en que sí que estamos insensibilizados, aunque sólo sea visualmente.


No voy a poner esas imágenes tan desgastadas de cuerpos apilados ni nada por el estilo, pero sí el monumento a los judíos víctimas del holocausto, en Berlín, inaugurado en el 2005 (recordemos que no sólo fueron judíos las víctimas, aunque sí las mayoritarias, también había homosexuales y otras religiones y razas no deseadas por el nazismo -también hubo españoles en esos campos-). Estuve la semana pasada allí y ese espacio te hace sentirte pequeño, agobiado y cuanto más te adentras, más reprimido y solo... aquí dejo unas fotitos.




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