sábado, 20 de junio de 2009

Lo que la mujer oculta

Hace tiempo me había fijado en un acto de la naturaleza que nos distingue a los humanos del resto de animales (entre otros muchos): el celo.

El celo se refiere al "apetito de la procreación en animales irracionales" y la época en la que éstos sienten ese apetito; mientras que para los humanos es "el período del ciclo menstrual de la mujer en que se produce la ovulación" y de hecho no se usa esa palabra para las féminas.

Todos sabemos que cuando las perras están en celo, los perros del barrio andan como locos, que cuando las gatas están en esa época, por las noches se oye maullar a los gatos...

¿Pero alguien sabe cuándo estamos las mujeres en celo? Esa época en la que andamos pavoneándonos frente a los hombres con ganas de sexo seguro para procrear... la primera parte se da los fines de semana en las discotecas, pero todo hombre sabe que el hecho de que una mujer ande mostrando sus encantos delante suyo no asegura el sexo ni mucho menos. Es más, muchas mujeres andan toda su vida como gata en celo tras los hombres, pero eso no quiere decir que estén ni en época ni en edad de procrear...
Y es que leyendo a Punset, en uno de sus libros: "El viaje al amor", este maravilloso divulgador científico por excelencia me lo descubrió. Como evolución de la especie, las mujeres hemos llegado a ocultar nuestro celo. Una increíble estratagema para que el hombre no sepa con certeza si dejará o no embarazada a una mujer aunque se acueste con ella, ya que sólo unos días del ciclo son fértiles. De esta forma, el hombre, por mucho que tenga sexo con muchas mujeres, no le asegura que ninguna de ellas le dé descendencia para continuar con su estirpe de genes, por lo que se une a una sóla, ya que teniendo sexo continuado con ésta, en algún momento la dejará "preñada". Vaya forma de enganchar a un hombre...
En realidad las hormonas siguen influyéndonos y esos días del ciclo no pasan del todo inadvertidos, tenemos más hambre, más ganas de sexo... pero son cambios que pasan inadvertidos a veces incluso por nosotras mismas.

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