Es la otra escalera!

El edificio en el que vivo ahora tiene dos escaleras, izquierda y derecha, como en el de mis padres, es algo normal. El problema es que no sé quién fue el listo que puso las mismas letras en ambos lados, es decir, tenemos las puertas A, B, C y D tanto en la escalera derecha como en la izquierda, por lo que las confusiones son frecuentes. Es un poco coñazo cuando hay un negocio en la misma letra que tu puerta y te llaman a ti todos los que no se fijan en que hay dos escaleras. En mi caso el homónimo al mío es una vivienda, pero muchas veces llaman al mío en horas no laborables, como al mediodía para los abogados, que digo yo, también comerán. Ahí no se confunden, lo hacen con no sé qué idea, ya que contestas y te dicen:
-“¿me abre?”
y yo, que igual estaba durmiendo mi siesta del viernes para recuperar de la semana, respondo ya con un poquito de mosqueo:
-“¿a dónde van?”
y entonces te dicen:
-“a los abogados/peluquería/dentista”.

Os comunico que en los timbres del portal pone claramente encima de cada botón una plaquita cuando hay un negocio, para evitar confusiones, así que yo informo:
-“No es aquí, se han equivocado”
y el señor/señora muy simpático me responde:
-“ya, si ya llamé, pero es que no me abren”.
Respuesta: “ah, pues será que no están!”.

No sé, a mi me parece de lo más lógico, si su horario es de 8 a 3 de la tarde y llamas a las 4 y no te abren… pues deje en paz a los vecinos, que yo no le voy a empastar ninguna muela!!

Ahora bien, esto da rabia cuando te lo hacen a menudo y encima sin ser confusión y te suelen pillar durmiendo la siesta. El problema es cuando la vivienda homónima pasa a convertirse en negocio nocturno… como parece ser ha ocurrido en el piso de la otra escalera de mi misma letra, hace como dos semanas. Las confusiones ahora son a las 6:30 de la mañana el 1 de Mayo, por ejemplo, cuando encima yo me levantaba hora y media después para irme de viaje y dos hombres se confunden y me llaman a la puerta de casa, no abajo al portal, no, sino arriba. Menudo susto que me llevé, me quedé quieta en la cama, en plan, como si no hay nadie, a ver si se van. Y claro, como la gente está convencida de que no se han confundido, pues la segunda vez que llama lo hace encima con mala leche, apretando bien fuerte el timbre, por lo que me levanté, pensando que ya podía estar el edificio en llamas y fuese un desalojo, porque sino... había dos hombres fuera, bastante despiertos, no estaban borrachos ni nada y no parecían amenaza, abrí con cara de pocos amigos un poco la puerta esperando explicación y se me quedaron mirando raro, como esperando a que yo hiciese algo:
-“y bien?”
Entonces dijeron:
-“no vive Juan aquí?” que sonó como forzado. Contestación:
-“pues va a ser que no…”
y se fueron; Pues vale…
Hasta aquí la anécdota, pero esta noche pasada ha sido movidita, a las 3 de la mañana llamaron de nuevo a la puerta de casa, luego abajo a las 6:30, de nuevo a las 7, a las 8 arriba otra vez. Este fin de semana justamente tenía de visita a mis padres, que ya les había comentado lo que me había ocurrido y contestó mi padre enfadado desde el otro lado de la puerta, preguntándoles qué querían. También eran dos hombres, que encima estaban convencidos de que había que abrirles, dando explicaciones raras desde afuera. Como a los diez minutos otra vez llamaron abajo… por favor, que es domingo!!! Está claro que con este horario laboral, no tengo instalado ni abogados, ni peluquería, ni dentista… Estoy pensando si poner en la puerta algo así como:

“el puticlub o lo que quiera sea eso, ES EN LA OTRA ESCALERA SO PALURDOS!!!”


A propósito, que he bajado al portal y resulta que el botón del otro primero lo han pintado sospechosamente de rojo...