El truco de la minifalda

El título igual despierta la curiosidad de algún chico, pero en realidad el truco que voy a contar es para que no se nos suba hasta la cintura al andar...
Si llevas abrigo largo (al menos más que la falda en cuestión) y vas a un sitio en el que puedas pasar antes por el baño o similar, como al trabajo, puedes despreocuparte de que se te suba. Alguna vez he ido por la calle con la falda arrugada en la cintura y al llegar al curro pasaba antes por el baño, me la bajaba a su posición normal y ya me podía quitar el abrigo sin quedar con el culo al aire. Eso sí, como pases antes por un bar o así y tengas que quitarte el abrigo en público, sería como una pesadilla de esas donde estás en un examen sin ropa de cintura para abajo. Por cierto, algún día hablaré de estos sueños, porque resulta que cuando te quitas el miedo a la desnudez entonces surge otra fobia peor del estilo y así a más, mi subconsciente me da miedito!!

A lo que iba: mientras andas, las faldas que se ajustan al cuerpo se van subiendo, por el efecto de abrir las piernas en cada paso, a no ser que vayamos en plan geisha, lo cual no es productivo.

Un truco que tenía yo, sin que nadie me hubiese contado ni visto antes, era el de meter la mano en un bolsillo, si tiene alguno la falda, de forma que tiras hacia abajo para que no ocurra. Y sino, llevar una mano pegada al cuerpo de forma lo más natural posible y procurando que no se note, agarrar la tela para que no se deslice cadera arriba. Más o menos es lo que he querido mostrar en el siguiente boceto:
Lo de hacerlo disimulado se debe a que, si nos agarramos la falda con ambas manos porque se sube o hace viento, el efecto que producimos es el contrario al deseado, ya que automáticamente todos los hombres mirarán, esperando a que ésta se levante. Es ir provocando.
La cosa es que el otro día iba yo caminando pendiente de mi falda con la mano en un bolsillo de la misma, cuando me crucé con una chica que iba exactamente como yo, concentrada en su prenda que llevaba sujeta por el bolsillo y eso me provocó una sonrisita de complicidad... supongo que es el truco más efectivo y por supuesto no lo inventé yo ni mucho menos.