martes, 23 de junio de 2009

Pies, queso y vómito, ¿huelen igual?

¡¡Vaya preguntas que hago!! Todos tenemos claro que los pies y el queso bien curado se asemejan. Pero por qué he metido el punto escatológico con lo del vómito?? ¿era realmente necesario? Pues fuera morbos, porque esos tres elementos comparten unas bacterias: bacterias ácido-lácticas que se dan en una sustancia también común: el ácido láctico.

El ácido láctico es una de las trescientos cuarenta sustancias diferentes que emanan de la piel a través del sudor y la mayor concentración del ácido láctico en el ser humano está en los pies. Por otro lado, gracias al ácido láctico se logra que la fermentación de los quesos por medio del Bacillus levolatici sea a largo plazo, es decir, que se añejen. (fuente: ¿Por qué son similares el olor del queso y el de los pies?)

Esas bacterias se encuentran también en el aparato digestivo y son metabólicamente activas en el tracto digestivo y pueden sintetizar proteínas que les permiten adaptarse a las condiciones imperantes en él. (fuente: Response of Lactic Acid Bacteria to the Digestive Environment, de Mater DD, Corhier G.), así que nuestro vómito también huele en cierta medida a queso curado.

Pero la percepción de estos olores (sin estimulación visual) depende de la experiencia que se haya tenido anteriormente con ellos. Me explico, en un documental metieron bacterias de esas en un frasco con ácido láctico, dejando fermentar la mezcla y se la dieron a oler a varias personas. Algunas se alejaban diciendo: “¡qué asco! Es vómito!!!” y otras decían: “mmmmhhhh huele a queso!”

El frasco contenía lo mismo y en la misma cantidad y sólo era el ácido con las bacterias, pero debido a experiencias anteriores de las personas, ese olor les excitaba un recuerdo u otro: el queso que tanto les gustaba o el vómito que en algún momento sufrieron… curiosa la subjetividad de nuestro cerebro. Y es que cuando ha tenido un trauma con un olor y sabe que es malo para nuestro cuerpo nos avisa, ese ¡qué asco! Significa: ¡aléjate! Es lo que ocurre con los olores de excremento o de carne podrida, nuestro cerebro nos defiende de posibles enfermedades asociadas a las bacterias que aportan su olor.

2 comentarios:

  1. Una entrada la mar de interesante.

    Hay que ver que pellejo es nuestro cerebro cuando quiere.

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  2. Al cerebro sólo hay q estimularlo un poco... nunca te ha pasado eso de oler algo y recordar tu infancia así de golpe?

    Gracias lentes!

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